¡Pero gracias a Dios aparecen los Superhéroes!
El guasón, Lex Lutor, el acertijo, el pinguino. Los conocidos archienemigos de Batman y de Superman, los personajes creados por Marvel y DC Comics, famosos mundialmente y que pasaron de la revista a la TV, y finalmente a la pantalla grande. Los enemigos, malos, inescrupulosos y despiadados, que siempre antagonizaron a los superheroes - a los buenos, los de causa noble - siempre fueron malos. No creo que haya alguien que recuerde alguna ocasión en que el guasón dió una mano a batman para salvar a un habitante de ciudad gótica. Ni Lex Lutor cambiando la kriptonita con la que combatía a superman por un fuerte abrazo y un estrechón de manos en compromiso de ayuda por el bienestar de la gente. Jamás. Malos, malísimos. Pero al menos no vendían sus principios.
Pero en el 'país de las maravillas' todo puede pasar. País donde el doble discurso, la demagogia, la alianza entre enemigos, y las promesas fáciles son pan nuestro de cada día cuando de acaparar poder se trata y donde el fútbol no puede ser excepción. Más aún cuando se trata del Barcelona Sporting Club, el club de mayor arrastre popular en Ecuador. Es entonces cuando vemos a aquel grupo de políticos y empresarios, desde hace ya varias décadas, DUEÑOS del equipo que representa el mayor sentimiento futbolero del país y quienes son los verdaderos culpables de la debacle institucional y futbolística en la que esta sumida el Ídolo del astillero, aparecer como los grandes héroes y salvadores que van a combatir al "archienemigo del club", un tal abogado Carlos Díaz, tipo vivaracho y quien cual parásito vive y se alimenta de los errores dirigenciales de la ya antes mencionada rosca política-empresarial que ha manejado y maneja a Barcelona, haciendo de la causas judiciales por parte de jugadores extranjeros que han pasado por el club su modus vivendi.
¿Pero es acaso Carlos Díaz, el llamado "abogado del diablo" (como para personaje de tira cómica también) el verdadero enemigo de Barcelona, al que tenemos que combatir los hinchas de nuestro viejo y querido club? ¿O es que acaso este tipo esta haciendo simplemente su trabajo? Algunos argumentan que es "el malo de la película" pues esto de las demandas y los procesos judiciales son con dedicatoria personal a Barcelona ya que nunca se ve al mismo Díaz enjuiciar a emelec, liga deportiva universitaria, o cualquiera de los otros equipos chicos de Ecuador. ¿Es esto verdad o coincidencia? ¿O es que, desgraciadamente, Barcelona le da bastante "material de trabajo" a Díaz?
Las ya usuales y anuales demandas por parte de jugadores extranjeros, vía Carlos Díaz, es solamente un síntoma de que algo está mal. El verdadero problema, al cual hay que combatir, es a la rosca y sus errores en cuanto a contratación de extranjeros y elaboración de contratos para los mismos, entre otros aspectos de mal manejo del club. Errores que pasan también por la escasa detección de lesiones por parte del departamento médico de Barcelona. Desde la época del antipático y ególatra Isidro Romero, "Marqués de La Rosa", individuo ignorante y pésimo dirigente, quien acostumbraba, cual galán de telenovela, a pasearse, con la camisa desabotonada casi hasta el ombligo, alrededor del estadio en una especie de vuelta olímpica sin título que la justifique, mientras previo a los partidos gritaba a las cámaras y micrófonos que los rivales "morderán el césped del monumental"; hasta los actuales días de Barcelona bajo el mando de Eduardo Maruri, los errores dirigenciales en cuanto a contratación de extranjeros han sido lugar común en Barcelona.
¿Cual es entonces la causa de tanto error dirigencial? La respuesta es simple pero transciende más allá de la misma: no saben nada de fútbol. Es más, dudo de su Barcelonismo de bien. ¿Se imaginan alguno de ustedes a Isidro Romero, Leonardo Bohrer, Eduardo Maruri o Luis Noboa de niños en el estadio "modelo" Guayaquil? ¿Se habrán abrazado éstos alguna vez con un completo desconocido en la popular, no en suite, del estadio celebrando un gol? ¿Habrán alguna vez llorado de tristeza por una derrota amarilla, un campeonato perdido? Seguramente en el barrio, éstos no eran el blanco de las burlas después de algunos de nuestros pocos clásicos perdidos, pues quienes vivimos el fútbol intensamente sabemos que las cargadas a los hinchas del equipo archirrival son para quienes son acérrimos fanáticos. ¿Que chiste tiene ir a molestar al tipo del barrio que no le afecta el fútbol pues no siente una camiseta?
Y digo que la simple respuesta va más allá pues lo grave es que han estado y siguen estando ahí: en la alta cúpula dirigencial del club más popular del país, cometiendo errores a diestra y siniestra. Llegan con un currículum que incluye el manejo supuestamente exitoso de diferentes empresas y negocios. Con eso basta. Y de fútbol solo saben que la pelota es redonda porque la única que no la es, es la ovalada de los simples y aburridos gringos que juegan con un casco mas grande que el de un astronauta y una especia de armadura de polyester, mientras se aplastan unos a otros. Llegan hasta ahí sin mayor esfuerzo, puestos a dedo por un partido político que maneja a Barcelona desde hace varios años, y de donde han salido varios "honorables" luego de su paso como dirigentes en Barcelona. Tal es el caso del mismo Romero, Alfonso "Pocho" Harb, Galo Roggiero, Heinz Moeller, entre otros. Algunos van hoy en día por otra tienda política, pues esto de la "partidocracia" ha devaluado a las antiguas asociaciones de reparto de las riquezas del país. Entonces tenemos como el caso más reciente al siempre trabado al hablar, Luis Noboa, vicepresidente del club, o mejor dicho prestamista con altos intereses, y quien ahora va por una mayor tajada, la asamblea nacional, mientras promulgaba en campaña que nunca se lanzaría a la política. Mentiras.
Una vez instalados comienzan su serie de errores por ignorancia futbolística. Traen a jugadores en el ocaso de su carrera como Roberto Trotta en el 2004 (y su consecuente demanda), obra de Bohrer; Gerardo "tata" Martino en el 96, obra de Romero; Jorge Bermudez, 2004, Bohrer; o Víctor Bonilla, 2006, otra obra del Marqués. Llevan al club a jugadores lesionados y los becan para luego ser demandados por los mismos como hizo Romero (quien además tuvo la osadía de ponerle su nombre a nuestro estadio) con el argentino Néstor Villarreal, quien llegó con la rodilla muerta en 1995, disfrutó por varios meses de las bondades de la bella Guayaquil, y en el 96 jugó muy mal por un buen sueldo en dólares, y como si fuera poco luego demandó al club. Un caso reciente y parecido es el de Rolando Zárate, cuyo pase le costó al club casi un millón de dolares, y ahora si bien no demandó, no se despide sin llevarse una cuantiosa e inmerecida suma de dolares. Luego de una lesión en Argentina en el 2006 nunca fue el mismo, aquel gran goleador de Velez Sarsfield. Pasó en menos de dos años sin pena ni gloria por River Plate y dos equipos mexicanos anotando apenas solamente tres goles en todo ese tiempo, y vino a Barcelona como gran goleador, cortesía de la alianza (divorcio a los pocos días) Maruri-Noboa debido a la escasa investigación y conocimiento de fútbol, pero en cambio si, mucha confianza en los empresarios de fútbol, y periodistas "asesores" a quienes siempre escuchan. Zarate anotó apenas cinco goles en su paso por Barcelona.
El llevar jugadores tildados en sus países como problemáticos en cuanto a su disciplina y carácter, no ha estado ausente entre las decisiones dirigenciales. Tal es el caso de Jair Goncalvez en 1985, cortesía de Isidro Romero; Sergio Berti en el 2002, obra de Leonardo Bohrer; o Marcelo Delgado, quien llegó durante el mandato de Galo Roggiero, pero luego en la administración de Maruri, bajó notablemente su rendimiento y pasó más tiempo lesionado que en cancha, casi al finalizar su contrato se peleó con algunos directivos y amenazó con decir varias "verdades", sin embargo los hermanos Noboa lo ratificaron y extendieron su contrato, el cual al ser rescindido le ha costado a Barcelona una nueva demanda por medio de Carlos Díaz.
Hoy el monumental, aquel que le pareció a Pelé el estadio más bonito del mundo en el ya lejano 1993, y que ha sido sede de dos finales de Copa Libertadores, una final de Copa América, y una final de mundial juvenil de fútbol, está en peligro de dejar de ser la segunda casa de todos los barcelonistas. Una serie de errores dirigenciales estaría llevando al coloso del Estero Salado a manos ajenas pues el famoso "abogado del diablo" ha logrado exitosamente que un juez sentencie el remate del monumental como pago a la deuda por despido intempestivo del ex mediocampista de Velez Sarsfield, Guillermo Moriggi, uno de los 24 jugadores nacidos fuera del país que contrató Leonardo Bohrer entre el 2002 y el 2005. La cifra adeudada a Moriggi asciende a un poco más de los cien mil dolares, lo cual para muchos de estos ya mencionados millonarios políticos y exitosos empresarios de vanguardia debe ser lo que para el pueblo es el suelto en el bolsillo. Sin embargo por varios años se decidió ignorar la causa, y los abogados de turno del club se basaron en una ley que establece que ningún escenario deportivo puede ser embargado, mencionándolo en los distintos medios de prensa, mas no haciendo mucho al respecto en los juzgados correspondientes. Esta ley, según Díaz, quien parece saber más del asunto que los distintos abogados del club juntos, no tiene carácter retroactivo, y al haber sido iniciado el juicio ANTES de que la ley fuera aprobada, el remate del estadio va. Como decían en el Chapulín Colorado, ya que andamos de superhéroes: "¿oh, y ahora quien podrá defendernos?"
Hace pocos días, vía rueda de prensa obviamente, el titular del club, Eduardo Maruri, anunció la formación de una comitiva de abogados y ex dirigentes en pos de salvar al estadio de las garras de Lex Lutor, perdón, Carlos Díaz, el malo de la película que siempre ataca a Barcelona. Para esto entre el nombre de algún reconocido profesional del derecho en Guayaquil, aparecen también los de Alfonso Harb y Galo Roggiero. Harb, en otrora periodista de media talla, amigo de los dirigentes, solapador de sus errores, y poco objetivo y acertado en el análisis, llega a la dirigencia de Barcelona en el 2005 como vicepresidente de Isidro Romero, quien había prometido en campaña el mejor Barcelona de todos los tiempos. El polémico Antonio Barijho, argentino quien jamás se consolidó como delantero titular en Boca Juniors tras la salida del gran Martín Palermo y quien a pesar de esto fue contratado como carta de gol, el desadaptado Armando Paredes, el problemático y agrandado Agustín Delgado, los ex emelec Augusto Poroso, Ángel Fernandez, Dannes Coronel, Jaime Iván Kaviedes, Walter Ayoví, y Franklin Corozo, (todos de bajísimo nivel) entre otros, además del DT Salvador Capitano - todo un capítulo aparte merece este tipo - conformaron el fracasado 'dream team' del 2005. Cuando veía a esta versión Romero de Barcelona, particularmente sentía una crisis de identidad. No sabía si estaba apoyando a mi Barcelona, o a emelec.
Luego de un rotundo fracaso en aquella temporada, y tras uno de los peores comienzos de la historia de Barcelona al siguiente año, Romero renunciaría vía correo electrónico a la presidencia del club, misma que sería asumida por Roggiero. Junto a Romero, y en lugar de hacerle frente a la crisis, salió también Harb rumbo al palacio legislativo de la nación, cargo por el cual será recordado no por favorecer al pueblo que representaba sino por darle luz verde a las irregularidades del presidente de la federación ecuatoriana de fútbol, Luis Chiriboga Acosta, al pasar una ley que exime a la FEF y su mandamás de dar cuentas a nadie, mientras dentro del organismo rector del balompie nuestro se han dado desde repentinos cambios de sanciones a jugadores hasta casos de coyotaje. Solo por esto, este tipo debería estar prohibido de por vida de actuar en nombre de Barcelona. Sin embargo, el presidente Maruri viste a este villano de héroe; nada de que sorprenderse, pues el actual titular del club condecoró a Chiriboga Acosta, enemigo histórico de Barcelona (otro capítulo aparte), en la sesión solemne por aniversario del club en el 2008. Las razones aún siguen sin entenderse. Como tampoco se comprende por qué Harb está envuelto otra vez en Barcelona, esta vez con traje de Batman. ¡Santas cachuchas Eduardo Maruri! diría Robin.
El de Galo Roggiero es un caso particular. Recordado en sus inicios como dirigente por ser un joven sagaz, emprendedor y conocedor del fútbol, además de Barcelonista de cepa, que llevó al club a importantes instancias a nivel sudamericano, aparece casi 40 años después una vez más a ponerle el pecho a las balas y sacar a Barcelona de la crisis, o al menos así lo hacia entender a la prensa e hinchada. Sin embargo en el camino corrompe esa imagen por la cual era recordado, y aparece bajo su mandato, de la noche a la mañana en el club, el ex emelec Jaime Ivan Kaviedes, jugador por demás polémico y con problemas psicológicos, de ingrato paso por el club en el 2005 y en otras dos ocasiones más, en las cuales también salió por la puerta de atrás tras problemas disciplinarios, como en casi todos los muchos equipos donde jugó a lo largo de su carrera.
Pero Kaviedes necesitaba jugar, pues su pase pertenecía en parte a Leonardo Bohrer, a través del famoso "fideicomiso" y había que buscarle vitrina, y cual mejor que el Barcelona de Roggiero, que lideraba el campeonato en ese entonces. La estadía de "el nine" en Barcelona 2006 no podía estar alejada de conflictos. Tras bajarle el pulgar el DT Mario Jacquet, Roggiero reunió a los más influyentes jugadores del plantel para que antecedan ante Jacquet y le hagan retroceder en su decisión. Esto desembocó en una gran crisis interna entre dirigentes, jugadores y cuerpo técnico, la cual afectó a un plantel que pintaba para más y donde brillaban el paraguayo Derlis Florentín y el colombiano Elkin Soto. "Todo un cabaret" diría Diego Latorre, el ex Boca Juniors. Al final, el mismo resultado de siempre: otro año sin título de campeón. Eso sí, Roggiero promocionó la famosa colecta "sota por Soto" con la cual esperaba financiar parte del costo del colombiano, valorado por el Once Caldas en un millón de dolares. Tengo varios amigos que aportaron "sota", veinte, o más dolares, sin embargo nunca más vieron ni su "sota" ni a Soto en Barcelona. ¿Donde fue a parar este dinero, Roggiero?
Ya en el 2007 y con la obligación de no contratar más jugadores con reputación de problemáticos, Roggiero lleva al equipo entre otros a los "angelitos" Mario Lastra, Isaac Mina, y Armando Paredes, quien dicho sea de paso, también formaba parte del famoso fideicomiso de Leonardo Bohrer. En otras palabras, tras bastidores, todo queda en familia. Había que proteger los intereses de Leonardo Bohrer, otro miembro de la rosca, y no los de Barcelona. Pero "el diablo paga mal a sus devotos" dice un dicho popular. El último paso de Roggiero por Barcelona en el 2007 sera ingratamente recordado como el peor del club en los últimos 30 años. El equipo no llegó ni a la liguilla por el título y se le armó una tremenda revuelta a Roggiero, la hinchada pedía su cabeza. El golpe era encabezado nada más ni nada ni nada menos que por el mismísimo Alfonso Harb, quien luego de haber sido destituido como diputado se acordó que Barcelona existía. Al final y para calmar las aguas, Roggiero prometió una reforma de estatutos y convocó una asamblea de "socios activos" y cuya lista se publicó en la web de Barcelona. Entre los nombres de quienes tendrían voz y voto en dicha asamblea aparecian no menos de veinte muertos. Por estas razones, Roggiero no debería estar envuelto oficialmente nunca más con Barcelona.
2009, el estadio esta en peligro. A "batman" Harb, Maruri le suma otro superheroe. Le pone traje de Superman a Roggiero y éste, en su primera intervención como paladín de la justica, entre otras 'perlitas', en rueda de prensa dice que "la culpa es de Díaz, porque no dejó a Bohrer tranzar con Moriggi". ¿Será que Galo Roggiero piensa que esto es la plaza? ¿o la feria libre? Esto es, supuestamente, un club de fútbol. Aquí no hay que tranzar. ¡Vaya a regatear a la bahía! Primero hay que estudiar y analizar bien al jugador que se va a contratar, buscar referencias del mismo, examinarlo debidamente para que no se enteren meses después que sufre de graves lesiones - caso Zarate - y la decisión en sí debe ser de una comisión de futból con gente idónea y capacitada para el cargo. Luego, encargar a los abogados del club el elaborar contratos con claúsulas que protejan los intereses de Barcelona. Los tiempos de regatear se acabaron. Ya perdieron antes, los Romero y su rosca, la sede histórica de Maldonado y Coronel ante el mismo abogado y por la misma vía, el remate (el famoso caso Taberna), y sin embargo no les importó hacer nada por recuperarla. Ahora el turno es del estadio. ¡Gracias a Dios aparecieron los superhéroes!
¡CAMPEONES!
Hace 11 años